Carla Del Bianco, creadora y hacedora de su realidad, del aquí y ahora, genera a su alrededor todo lo necesario para reinventarse. Se alía con situaciones que fomentan el crecimiento tanto interno como externo, y lo refleja en las obras que ha preparado para esta muestra en la galería del Espacio Titania de Mieres. Comprometida con su arte, que también actúa como su espejo, nos adentra a través de sus obras en historias ancestrales bien conocidas por todos, pero con un tinte diferente: la otra cara, el lado oscuro.
En esta oportunidad, son dos los relatos que dan pie a la narrativa de la muestra: Caperucita, en su solitario recorrido, surcando lugares internos y complejos, comunes al fin; y el cuento Piel de Foca, en el que gestiona los ritmos que cada quien necesita en su conexión entre el mundo interior y exterior. Así, el despertar, darse cuenta, confiar, no temer y animarse se convierten en situaciones duraderas.
En este proceso, utiliza varias técnicas combinando materiales que aportan intención a la obra. Trazos de grafito resaltan emociones de manera austera pero determinante, mientras que tintas, acuarelas y óleos generan espacios atmosféricos que sumergen al público aún más en los mundos internos.»